El turismo, una actividad que aporta 4 % al PBI y genera más de un millón de puestos de trabajo en el Perú, ha sido uno de los sectores más golpeados de esta pandemia. Si bien, en la actualidad, se está experimentando una recuperación, esta aún es insuficiente. La revista CASINO conversó con Enrique Quiñones, presidente de Apotur, quien nos comenta cómo ha sido este proceso y los retos pendientes que tendrá el próximo Gobierno para generar un mayor flujo de turistas y lograr la reactivación total de esta industria.
Luego de un año complicado por la pandemia, ¿Cómo se está recuperando el sector turístico en el país y qué tanto camino falta por recorrer?
La recuperación es lenta, pero desde marzo —cuando se levantó la cuarentena— los mercados se abrieron y esto generó que se comenzará a pensar en viajar nuevamente al Perú. Vemos una recuperación, a través del turismo interno, pero lamentablemente nunca ha sido fuerte para mantener las grandes infraestructuras del turismo en el país.
Ahora están llegando, principalmente, viajeros de Estados Unidos y México. Y, aunque todavía es poco, también se empiezan a notar algunos pasajeros de Ecuador y Colombia.
Esto irá creciendo en la medida que los grandes mercados —como Brasil, Chile o Argentina— empiecen a abrirse, con el levantamiento de las restricciones. En el caso de Europa, vemos que recién ha comenzado a abrir sus puertas a los vacunados.
Estando ya a mitad del año, creo que se ha avanzado. Nadie está satisfecho porque los ingresos prepandémicos eran mucho mayores a los que presentamos ahora. Creemos que podemos estar llegando a un 10 % o 15 % del ingreso de viajeros al aeropuerto internacional Jorge Chávez (AIJCH) anualmente. Los 4.3 millones de visitantes que antes teníamos se divide 50 % por vía aérea (AIJCH) y 50 % por las fronteras.
Para finales del año, calculamos que podríamos llegar al 30 %. Y para el 2022, al 50 % o 60 %. Tenemos que trabajar con eso, pero no solo se trata de Perú, sino del mundo entero.
¿Qué errores considera que se cometieron y que no se deben volver a cometer en el nuevo Gobierno?
Los errores son parte de una incertidumbre mundial que hemos vivido todos, pero no queremos enfocarnos en lo que ya se fue, sino en lo que podemos hacer en el futuro. Una de estas medidas es abrir las fronteras a los brasileños vacunados —40 millones ya han sido inoculados—. Se les podría abrir el mercado a ellos, con pruebas moleculares y no de antígeno.
Esperamos, en esa línea, que Argentina y Chile tomen la decisión de abrir sus fronteras para llegar a un escenario, como noviembre del año pasado, en el que podíamos recibir turistas de esos países.
Todo va a depender mucho de lo que nosotros mostremos que somos como país: no solo en la campaña de promoción que son legendarias y relevantes, sino también en la paz social que podemos transmitir, pese a las crispaciones políticas. Tenemos que mantener la percepción del viajero que somos un país que da tranquilidad.
Hay que ir con mucha inteligencia para saber el momento exacto que hay que invertir. No creemos que haya más cierres ni que el mundo nuevamente se aísle. Las vacunas están funcionando y se ha reducido, considerablemente, los contagios. Entonces es momento de convencer a la gente que puede salir a viajar y que el Perú es una primera opción.
En este sentido, ¿cuáles son los principales retos que deberá enfrentar la próxima gestión para reactivar el turismo?
El motor ya está prendido. Pero para recibir al menos 10 pasajeros, uno tiene que prender todo el hotel, el vehículo, las aerolíneas y los restaurantes —que ya están atendiendo—. Mientras haya más aerolíneas, se traerá a más personas, y eso va a fomentar un mayor intercambio turístico. El próximo Gobierno debe enfocarse en seguir vacunando lo más rápido que se pueda.
Buena parte de la planta de turismo —empleados de 45 a 50 años—, que pudiera haber estado en exposición, está siendo también vacunada. Hay muchos que han estado trabajando dentro del tiempo de pandemia en hoteles, expuestos al contagio, y algunos han pasado por la enfermedad. Pero creo que, si mantenemos el ritmo de vacunación creciente, lo más seguro es que en un par de meses la mayoría de trabajadores complete su vacunación.
¿Cuál es el rol que ha desempeñado su asociación en este difícil contexto de pandemia?
Hemos procurado que se mantenga el ánimo a flote. Desde marzo estoy encabezando Apotur, pero el presidente que me antecedió estuvo trabajando en nuestro sector, que ha sido uno de los más golpeados en la economía del Perú. Esperamos que el próximo Gobierno tenga en cuenta esto y se puedan evaluar medidas adicionales para nuestra industria y el impacto sea el menor posible. Se debe también evaluar que los protocolos que se establecieron en el pasado no sean un impedimento para seguir creciendo en el futuro. Estamos en este proceso, certificando que los transportes turísticos puedan operar al 100 %, así como se viene haciendo en el tren.
¿Cuál cree que es el estimado de las pérdidas en el sector que ha dejado el paso de la COVID-19?
Nadie la tiene a ciencia cierta; hace poco el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo detalló que se había perdido 20 000 millones de dólares, entre el 2020 y 2021, aproximadamente. Solo para acercarnos a lo que se manejaba, por turismo receptivo en la cuenta satélite del Banco Central de Reserva se registraba 5600 millones de dólares de ingresos anuales antes de la pandemia.
¿En cuánto tiempo considera que la industria podrá llegar a los niveles de ingresos prepandémicos?
Podríamos llegar entre el 2023 o 2024, va a depender de varios factores, que cambian en el tiempo. Por ejemplo, meses atrás se hablaba de que la apertura del turismo del Perú no iba a llegar hasta el 2022.
Es probable que pronto se dé una reapertura de Latinoamérica y las personas que viajaban a Estados Unidos, Europa o Asia tomen la decisión de visitar al Perú. Podríamos tener hasta un auge mayor, pero recordemos que nuestro país cuenta con una pequeña infraestructura para el turismo.
Al año solo entran al Perú cerca de 660 000 turistas provenientes de EE. UU. Esta cifra puede incrementarse, pero hay que invertir. El mercado estadounidense es amplio y nuestra participación aún es muy baja, y no solo en el norteamericano, sino también en el canadiense y el mexicano. Ahora es momento de ver cómo hacer para que nuestra participación en el contexto de América pueda ser mayor, reemplazando a los mercados importantes de China o Japón.
Hay que recomponer, repensar y rediseñar nuestra estrategia de turismo y no hay que quedarnos en lo que antes hacíamos. Eso ya será una ardua tarea con el próximo Gobierno, para aprovechar las sinergias actuales que pueda generar el mercado.